Adiós querido verano, ya llega el frío, dejamos atrás las ganas de playa, de sol y vacaciones.
Ahora toca disfrutar la magia del otoño a cada instante. Abrigarse y ver como cada milímetro de tu cuerpo te da las gracias, el increíble escalofrío al acostumbrarte al calor del abrigo.
Tomarse un café o un chocolate caliente desde la chimenea, observando la lluvia y las hojas caer a través del cristal. Los colores grises, marrones ,dorados y rojizos inundan cada calle, cada esquina.
Dar un paseo rodeado de tu bufanda, saludar a la gente que lleva consigo el delicado aroma del frío, del viento, de la lluvia, de hojas mojadas. Son mejillas sonrojadas, narices medio congeladas, son hombros recubiertos de ropa, películas en el sofá con tu manta preferida y lo que más me gusta: son sonrisas melancólicas.
No cabe duda: ¡Al mal tiempo buena cara!